Adrian Martìnez y José Luis

En la Escuela FUNDACION MIER Y PESADO dejò un huella importantìsima en los años 1971 a 1976los que fuimos sus alumnos y compañeros profesores lo estimamos muchisimo y nos dolìò su pèrdida. Como alumnos tenemos grandes anegdotas y recuerdos, tanto de clase como de paseos y escaladas a muchas montañas, sobre todo el Popocatepetl y el Iztaccihuatl.El recuerdo y acompañamiento del acordeòn y sus palabras que eran: El que canta reza dos veces.Estoy orgulloso de haber sido la primer generaciòn a la que le diò clases de matemàticas, sustituyendo al Hno. Manuel Arroyave (quien fue nombrado Visitador en ese momento). Mi apodo era “El Chino” y era un orgullo ser elegido para excursiones y paseos.Despuès de salir de la secundaria fue obligado para muchos seguir sus pasos en el montañismo y subir el popo e izta.En nombre de mi generaciòn de mis compañeros:Fernando Lòpez (el Chipas) Ricardo Calderòn, Escartin, Guevara, Angel Palma, Hidalgo, Gilberto Campos, Luis Alfredo Pineda (gen 68), Angel y Jorge Martìnez, Armando Contreras Gonzàlez (reportero de TV azteca quien siguiò la noticia) y todos los de la generaciòn 1973 de la Mier y Pesado.Haciendo notoria que en nuestras reuniones simpre es tema obligado Manuel Mijares como maestro amigo y educador.Un especial reconocimiento por su gran influencia para imkpartir clases con el estilo y espiritualidad lasallista sus compañeros Josè Luis Preisser Mercado y Lic Salgado.